Ya han terminado las fiestas de Navidad. Hemos sobrevivido a comidas familiares, cenas de empresas, amigos invisibles... y todo tipo de tradiciones. Si no te has atragantado con las uvas de Nochevieja y has conseguido superar la Navidad te preguntaras: ¿y ahora qué? ¿Es posible volver a la normalidad después de la Navidad?
¿Qué hago ahora con los kilos de más? ¿Cómo rectifico lo que dije en la cena de empresa? ¿Dónde puedo esconder ese regalo del amigo invisible? Y no solo tú te haces estas preguntas, tu casa también necesita volver a la normalidad después de ese vendaval que llamamos Navidad.
Aquí tienes unos consejos para hacer que tu casa vuelva a ser la que era antes de la Navidad:
Sí, tienes que volver a limpiar. Seguro que has limpiado después de cada comida, cena o fiesta que has dado en casa. Pero da igual, limpiar in situ solo sirve para que al día siguiente cuando te levantes no te de un patatús. Ahora tienes que hacer una limpieza en profundidad: en la cocina, detrás y debajo de los muebles, etc.
No hay otra opción, si no la haces te perseguirán las fiestas como si fuesen un fantasma: el confeti de Nochevieja es como una mala enfermedad infecciosa, hay que matarlo de raíz sinos reaparece una y otra vez al barrer el suelo.
Te lo vas a preguntar más de una vez el tiempo que estés limpiando. Especialmente con la decoración navideña. Seguramente ya tengas un baúl, caja o rincón donde meter el árbol de Navidad, las luces y el pesebre. Pero si has comprado decoración nueva lo más probable es que ahora no quepa todo. Aprovecha ahora para hacer una selección: los que merecen la pena ser guardados y los que no.
Puedes decidir guardarlo todo y ya harás la selección más adelante, pero más vale que lo hagas ahora que estas "manos a la obra". Pues lo más seguro es que no lo hagas y termines sufriendo todo el año por la falta de espacio que te provoca el hecho de tener una bolsa llena de luces que no funcionan, centros de mesa anticuados y figuras del Belén de distintos tamaños.
Para los niños la Navidad es sinónimo de regalos y ¿qué regalo es mejor que un juguete? Muchos juguetes. Una vez han pasado Papa Noel y los Reyes Magos por casa parece como si una marabunta de juguetes hubiesen invadido la casa. Es el momento de ordenarlos: baúles, cajones o incluso en cajas debajo de la cama. Lo importante es que este ordenado.
Piensa que también vas a tener que deshacerte de los envoltorios y cajas de los regalos. Es conveniente que guardes las instrucciones y garantía de aquellos juguetes que puedas necesitar más adelante. También tienes que asegurarte de que no hay que devolver ningún juguete antes de tirar su caja, pues la necesitaras en buen estado para devolverlo.
Un gato chino que mueve el brazo, un buda fluorescente o cualquier otra tontería hortera: eso es lo que se regala por el amigo invisible. Y claro ahora tú no sabes que tienes que hacer con el regalo...
Puedes elegir entre meterlo en la bolsa de basura y si te he visto no me acuerdo, meterlo en el baúl de los recuerdos con el amigo invisible del año pasado o intentar ponerlo en un rincón de la estantería en el que no llame mucho la atención pero que este lo suficientemente a la vista como para que tu amigo invisible lo vea cuando venga a visitarte.
Sobre todo no te estreses con la vuelta a la normalidad después de la Navidad. Al fin y al cabo, la Navidad es solo una vez al año y queda mucho para la próxima. Sí, tienes que hacer muchas cosas para que tu casa vuelva ser la que era antes de las fiestas, pero no a cuenta de tu buen humor.
Intenta que la "operación limpieza de año nuevo" se convierta en un juego en el que participen todos los miembros de la casa: música, competiciones para ver quién termina antes y risas, ese es el secreto del éxito para que tu casa vuelva a la normalidad después de la Navidad.
