Aunque mucha gente crea que Mallorca es un lugar donde hacer vida y que está activo solamente en verano, se equivoca.
Hay muchas razones para pasar unos increíbles meses de invierno en la isla. Si no te lo crees ahora te lo explicamos en 4 puntos:
En los meses de otoño e invierno no es algo inusual que nieve en la Serra de Tramuntana. Como es muy extraño que nieve a la altura del nivel del mar, algo que suelen hacer los mallorquines cuando ha nevado, es ir a las montañas a pasar el día y disfrutar de unas blancas y preciosas vistas desde las alturas.
En contraposición a la alta densidad de gente en las playas de Mallorca en verano, en invierno son un lugar bastante tranquilo y con poca presencia de gente, donde podemos ir a relajarnos escuchando el mar, leyendo un libro o yendo a pasear.
Es posible que veas a algún valiente metiéndose en el agua, por muy fría que esté el agua.
A lo largo de la semana se celebran mercados en distintos pueblos donde podremos encontrar desde productos locales, productos artesanales, ropa y accesorios, a alimentos frescos y naturales.
Durante todo el año se celebran en la isla distintas ferias por los pueblos con puestos de venta de artículos de ropa, accesorios y comida y atracciones para los más pequeños, donde encontraremos ambientes muy animados y festivos.
Si eres un amante del vino y te apetece pasar una tarde agradable en compañía, practica el enoturismo. Actualmente existen varias bodegas en Mallorca con un vino que ha ganado fama por su calidad y el esfuerzo de mejorar de estos últimos años.
Cabe destacar que en la localidad de Binissalem existen actualmente 13 bodegas. Hazte una ruta para conocer el proceso de la elaboración del vino mientras disfruta de una copa de un producto local de calidad.